Uno de los aspectos más transformadores de la Sanación Álmica es la liberación de acuerdos, contratos, votos y condicionamientos que tu alma ha adquirido en distintos momentos de su existencia.

Estos compromisos energéticos, que en algún momento pudieron tener un propósito positivo o protector, con el tiempo se vuelven limitantes, bloqueando tu capacidad de avanzar, elegir libremente o expandirte.

Durante la sesión, se identifican estos acuerdos inconscientes que aún siguen activos en tu campo: votos de pobreza, castidad, silencio, obediencia, sufrimiento, lealtad, aislamiento o autosacrificio.

También pactos realizados con personas, energías o situaciones que, aunque hayan quedado atrás, siguen generando una atadura energética.

Es posible que ni siquiera sepas que están ahí, pero su influencia se refleja en bloqueos concretos: dificultad para prosperar, para expresar tu verdad, para soltar relaciones, para confiar, para avanzar o para recibir.

Además, liberamos condicionamientos heredados del entorno familiar, social, religioso o cultural. Todos hemos crecido bajo ciertos mandatos: «no puedes», «debes aguantar», «el amor duele», «la vida es sacrificio», «mejor callar», «no merezco»… Estas ideas, aunque parezcan pequeñas, actúan como programas inconscientes que limitan tu capacidad de decidir con libertad y vivir desde la autenticidad.

Al liberar estos votos, pactos y condicionamientos, lo que ocurre es una sensación inmediata de recuperación de poder.

Muchas personas sienten que por fin tienen permiso interno para vivir de otro modo, para tomar decisiones distintas, para romper con lealtades invisibles que les impedían elegir lo que realmente deseaban.

También se trabajan las lealtades familiares inconscientes: cuando, por amor ciego, tu alma asume sufrimientos, enfermedades, fracasos o frustraciones que pertenecen a otros miembros del sistema.

Liberar estas cargas no solo te libera a ti, sino que también sana a todo el sistema, abriendo una nueva posibilidad para ti y tus descendientes.

Este trabajo también incluye la disolución de contratos kármicos con otras almas.

A veces, estás enlazado a alguien por un acuerdo no resuelto de otra vida, lo cual puede manifestarse en relaciones conflictivas, dependencias emocionales, atracción inexplicable o repulsión sin causa aparente.

En la sesión, se accede a esta información y, si corresponde, se realiza una disolución del contrato desde el alma, con conciencia, respeto y liberación.

Cuando todo esto se libera, emerge una nueva sensación de soberanía interna. Recuperas tu poder personal, reconectas con tu verdadera identidad más allá de los personajes creados, los roles asumidos o las fachadas que aprendiste a sostener para sobrevivir y comienzas a sentir una claridad profunda respecto a quién eres realmente.

Esta liberación no solo trae paz, sino también dirección. Te alineas con tu línea temporal adecuada, esa que está en resonancia con la misión auténtica de tu alma, y empiezas a tomar decisiones desde un lugar interno de coherencia y verdad.

Esta parte de la sesión es profundamente poderosa, y muchas veces representa un antes y un después en tu camino. Porque cuando tu alma se libera de lo que la ataba, todo lo demás empieza a ordenarse naturalmente.