Desde el Alma: Un viaje de Sanación y Reconexión
Colócate de pie, en un lugar tranquilo.
Cierra los ojos.
Respira profundamente tres veces.
Imagina que desde la planta de tus pies crecen raíces profundas que bajan, atraviesan la tierra, llegan hasta su centro cálido y luminoso.
Siente cómo la energía de la tierra sube por tus raíces, recargándote de fuerza, estabilidad, nutrición.
Ahora, imagina que desde tu coronilla se eleva un hilo de luz dorada hacia el cielo infinito.
Ese hilo se conecta con una fuente de luz pura, inmensa, amorosa.
Y de allí desciende una energía que baja por tu hilo de luz, entra por tu coronilla, y recorre todo tu cuerpo.
Siente ambas energías:
Desde abajo, la tierra te sostiene.
Desde arriba, el cielo te guía.
Quédate respirando así unos minutos, permitiendo que ambas fuerzas se encuentren en tu corazón.
Cuando estés listo, abre los ojos suavemente.